viernes, febrero 02, 2007

 

He matado a mi niño


Vuelvo a actualizar después de tanto tiempo. Desgraciadamente no es un buen día, esta será la noche que más recordaré durante los próximos meses, la noche en que he matado a uno de mis mejores amigos.

No hace falta que llaméis a la policia, me refiero a mi cochecillo. Con el que aprendí a conducir, en el que viajé tanto de pequeño, el que me vió nacer, el que llevó a a mi madre a darme a luz. Seguro que ahora se arrepiente de eso. Esta noche he tenido un accidente de trafico, uno de esos tontos, uno de los que sales vivo pero cuando ves el coche preferirías estar muerto. Yo estoy bien, me duele un poco la espalda y tal vez mañana no me pueda mover pero hoy estoy, al menos, físicamente bien.

Nunca pensé que quería tanto a este coche, a mi Renault 18 GTS del 80, a mi Valentín como le bautizaron mis padre, al frikimóvil como le bauticé yo. Siempre he dicho que le tengo mucho cariño y sabía que me daría pena el día que ya no estuviera con nosotros, pero no estaba preparado para que me lo arrancasen de las manos de esta forma...

Era una noche normal como cualquier otra, había llevado a su casa a Antonio y ya volvía, un semaforo en rojo, un frenazo, un coche que no me ve a tiempo. Delante la carretera, un segundo después, el techo de mi coche. El golpe ha tumbado el asiento, creo que estoy bien, los que me han golpeado por detrás no se como estarán, me han desplazado varios metros con un golpe que ha resonado como un cañonazo en el silencio del parque. Cuando dicen que la primera vez que te dan por detrás duele, no mienten.

Salgo del coche, ando en linea recta, no veo doble, parece que todo va bien. No he visto pasar mi vida por delante de mis ojos, así que estoy vivo. Voy hacia el otro implicado, un Cordoba como el de mi hermana, tengo que decirle que el frontal no es muy resistente y que los airbags necesitan algo más que un choque frontal para salir. La acompañante sale del vehículo, él no. Estoy a 50 metros del coche y parecen kilómetros, me temo lo peor pero al fin le veo salir, están bien. Nadie está herido, menos mal.

Su seguro pagará me dicen, lástima que ninguna aseguradora reparará eso, mi coche era un tres volúmenes y ahora tengo un coupé, 30 cm de hierro doblado en una mueca de tristeza. Aunque me han pegado a mi siento que es culpa mía, que tendría que haber frenado mas suave, que tendría que no sé, haberlo cuidado porque ya sabía esto, la próxima vez sería la última. La aseguradora declarará siniestro total y mi niño después de 26 años, 11 meses y 28 días nos dejará para siempre. Ha sido un buen coche, ES un buen coche. Espero que encuentre el descanso que no he sabido darle.

Porque tengo tan mala suerte, porque no me dan un respiro.

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