miércoles, septiembre 14, 2005

 

Voy a ser famossa!

Iba yo por la calle después de una dura mañana de trabajo tocándome los cojones, caminando bajo el cálido sol con mis tenis de buzo (si un gurpo de mafiosos quiere liquidarme sólo me tienen que tirar al puerto, ni cemento ni na) cuando me han abstraido de mis pensamientos una pareja de reporteros de televisión que cual rana Gustavo me han hecho una pregunta: "¿qué te parece que el botellón se traslada a la zona de yanimeacuerdodelnombre y sólo se permita allí?" a lo que yo he respondido a mis adentros "me la pela de multiples maneras" ya que no hago botellón, pero en un esfuerzo de parecer inteligente para contrastar con el "pero que dissse payo como noh van a kitá er voteyón!" del resto de niñatos yonkis tajaos de la zona he expuesto inteligentemente los motivos por lo que veo acertada la propuesta del ayuntamiento aunque he rematado con un "aunque la gente al final hace lo que le da la gana" y es que esa pregunta me ha hecho reflexionar sobre varias cuestiones, una, que mi futuro frente a las cámaras es más negro que el ojete de un grillo, y dos, que en efecto la gente hace lo que quiere.

Debido a que mi vehículo ha sufrido un pequeño percance me he tenido que rebajar como cualquier otro plebeyo a ir al trabajo andando, lo que me ha hecho reencontrarme con una especie que cada vez está más en auge, los quinquis, llámalos como quieras, peo me refiero a ese grupo que engloba desde el vejete borracho cuya cintura es más estrecha que la botella que transporta y que le va gritando a las papeleras como al yonki que te pide dinero pero de buen rollo eh! hasta los niñatos que se creen demasiado guays con sus colgantes de oro de 12 kilos y sus motos de mierda a la que tratan mejor que a sus novias (al menos las motos no se las pasan entre ellos), pues he decubierto que mi academia está justo en el centro del hábitat natural de esas criaturas.

Desde que trabajo aqui he visto cosas curiosas, cosas sorprendentes y cosas que nadie se creería a no ser que viva por aquí, aquí son frecuentes las pintadas tipo "xxxxxx hijoputa/bastardo (en un arranque de conocimientos del léxico que me dejó asombrado", "muérete xxx" además de unas bollopintadas que están apareciendo últimamente y digo bollopintadas porque al menos cuando yo era pequeño poner "nombre x nombre", "nombre y nombre" o los dos nombres en un corazón, era síntoma de que aqui hay tomate, pues bien, aparecen como setas nombres de chicas de lo cual no me quejo, cuantas más bolleras mejor, má heteros desesperados para caer en las redes y hoy esas bollopintadas han derivado en una nueva forma de pintada, unos 15 corazones rojos han aparecido pintados por toda la zona, es de agradecer ya que al menos es más bonito que la tipica firma del inberbe que se cree que mola por escribir en una pared, los de atapuerca ya lo hacían y no creo que nadie piense que molen, claro que un neandertal sea probablemente el único modelo de conducta al que éstos pueden esperar igualar con mucho esfuerzo. Además de las pintadas que al fin y al cabo es un mal extendido al mundo entero, ya he visto gente peleandose con farolas, con papeleras, con la cabina de teléfono que la pobre es una santa y por supuesto la típica loca que va gritándole a todo el que pasa a menos de 5 metros, borrachos, yonkis, navajeros, el otro día uno haciendo el baile del pollo, yo pensaba que ya estaba todo visto pero para mi sorpresa el ser humano siempre es capaz de superarse, hoy he visto mear a un tío en plena calle, y vosotros diréis pues que novedad, pues si que lo es, sobretodo si lo hace subido al techo de un coche y mientras lo hace está cantando el cara al sol, en fin, una vez repuesto del trauma, he decidido dejar testimonio escrito por si más adelante me detectan secuelas psicológicas.

Con esto quiero decir que la gente hace lo que quiere, ¿alguien se acordará de ese tío la semana que viene? posiblemente no, entonces por qué debería ser yo tan reprimido como soy, por qué no lo mando todo a la mierda y hago lo que me dé la gana cuando me dé la gana, no digo que vaya a ir meando por la calle como quien marca territorio, pero porque habría de sentir vergüenza de hacer lo que me apetece, o de hacer un poco el idiota de vez en cuando, si la gente se acaba olvidando de todo, en fin, sé que por mucho que diga, la próxima vez que haga una payasada pública volveré a sentir una vergüenza terrible y un deseo de que me trague la tierra, sólo espero tener algún día la caradura para hacer lo que me de la gana sin perder la poca dignidad que hace falta para que no te tomen por loco.

Sé que el día que por fin alguien decida aguantarme hasta que la muerte nos separe, me dará reparo abrazarlo en público o besarlo o simplemente ir cogidos de la mano por el maldito "qué dirán", sólo espero que mi chico sea lo bastante especial como para que se me quite toda la tontería y pase de lo que la gente opina que no es normal, , aunque al fin y al cabo, ¿quien quiere ser normal?

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